En vista de un atardecer hermoso, las luces de tonos amarillos, rojos y anaranjados que fluyen en mis ojos, el reflejo de mi amada evoca en mi recuerdos de mi infancia. Vivo en una linda cabaña que se ubica al lado de un lago transparente. Estoy acostado, en verdes pastos, el sol, perdiéndose en el horizonte, da hacia mi cara. Ahora que los tonos han cambiado a tonos violetas, puedo sentir una sensación de paz, puedo estar totalmente seguro de que la vida ha sido muy buena conmigo.
Luz Ariam, es una bella mujer, con un sentido del humor muy extraño, con una visión del mundo que me llena de inocencia, ella es muy interesante a mi ojos. Lo malo de ella, es lo único que me molesta de ella, es que no pueda verlo. Volviendo al caso, ella, se acerca con sus sensuales pasos hacia mi, y no puedo evitar pensar la belleza de su vaivén, la luz que toca su piel, combinan grandes matices, vivaces a mis sensaciones.
Mucha de mi confusión al escribir, es que tenerla, hace que una tormenta en mis pensamientos, una tormenta llena de colores vivos, y el intentar describir los colores, es casi un trabajo imposible. Lo mejor que puedo lograr, es al menos intentar vivirlo.
Ahora que la noche esta cerca, Ariam, mi luz en la noche, me susurra palabras que no puedo comprender. Ella ríe con cierta picardía. Siento un extraño calor en mi corazón, yo no pienso cuando amo, no lo necesito. Estoy seguro de ella, y estoy seguro de mi casa, como lo estoy seguro de tener manos.
Su piel es tan suave, ella es toda mi presencia, es todo mi ser, y entre todo hermoso y salvaje vida, solo puedo verlo a través de ella. Entiendo que esté demasiado enamorado de ella. La amo con todo mi ser. Antes, era un vaquero, ladrón, rompe corazones, escondía quien era yo realmente, hasta que la encontré.
Entiendo que mis aventuras eran divertidas, entiendo que rompía muchos corazones, también que viajaba mucho, pero al no mostrar quien era yo realmente, nadie comprendía realmente por que lo hacía.
Estuve en una cueva, cuando de pronto, noté que estaban asaltando a un mensajero, una de sus cartas, arrastradas a través del viento, llegó a mi. Sinceramente, no tenia la importancia necesaria como para que la leyera, pero estaba en una cueva, aburrido, y cansado de ser ignorado por mi conversación interna. Desde luego, yo estudié, yo aprendía a leer, así que la abrí y la leí. No pude evitar pensar en dicha mujer. Su carta estaba escrita con palabras fuera de este mundo.
Pasé tanto tiempo en la búsqueda de una persona que pudiera comprender como me sentía, una persona a la que pudiera poder amar con toda mi vida, una persona con la que pudiera estar seguro en quien confiar, que me pasé años buscándola. Un día, cansado de la bus queda, pero no rendido, pobre, pues ya había dejado de robar, ya no era un rompe corazones, la carta se me había caído. Y una bella dama, la tomó la leyó y la devolvió. Me pareció un tanto extraño, pero en ese día salí caminando del pueblo, a morirme con la esperanza en un lugar que encontré, cerca de un lago, el lugar donde vivo actualmente, cuando, noté que había alguien tras un árbol. Yo ya rendido ante el pasar del tiempo, pensé en dejarme matar, cuando noto la forma de una mujer unos cinco años menor que yo (en ese entonces yo ya tenia 24 años), una chica de cabello lacio, quizás un poco marrón el cabello, de hermosa piel, baja estatura, una cadera que en su caminar tiene un forma definitivamente única (de la cual me enamoré también) y sus primeras palabras, de manera demasiado tímida, me saluda con un "hola". Ante cortas palabras, supo detener mi corazón.
En la conversación, ella me dijo que había enviado una carta antes a cualquier destino a ver si alguien podía enamorarse de mi, ella dijo que tenia unos 14 o 15 años cuando lo hizo. Habían asesinado a su familia, quien la había criado de una manera en que todo era muy simple. Su visión, sus ideas, su forma para todo, era tan inocente, que preferí vivir en su mundo. Era ella, quien había escrito dichas palabras. La mujer del otro día, fue la persona que se encargó de enviar la carta y la reconoció. Pero sus intenciones eran malas, quería mostrarle que la persona que iba a llegar iba a ser un pobre diablo. Cuando mencionó eso, cambié mi parecer de morir, y construí mi casa y la traje a vivir conmigo. Con el dolor en el alma, Ella no se sentía segura conmigo, mi presencia era demasiado peligrosa. Es por ella que cambie. Quise conservarla, por que en ella podía vivir un mundo que ya no existe para mi. Y cada vez que sentía su mirada fija en mi, podía hacerme cada vez una persona mejor en mi para ella. No tenía ambiciones, gracias a ella, las tengo. Mi gran intención es que ella sea feliz, pero también quiero ser parte de su felicidad.
Han pasado 4 años desde que ella vive conmigo, heme acá contándote desde mi fondo del corazón, la felicidad que ella ha sabido proporcionarme. Pensamientos, su piel es demasiado suave, y no la quiero dejar ir. No es por su piel, no es por su mirada, no es por su vaivén... Es toda ella, es toda ella.
Estoy feliz, por que el viento golpea en mi cara, y huele a recuerdo veraniegos. Estoy feliz, por que mis pecados, han sido purgados a través de sus palabras. Estoy feliz, por que cada susurro que puedo oír es una acción del todo hablándome. Estoy feliz, Por que te tengo a ti a mi lado.
Esta es mi visión, mi mujer Ariam, es la total felicidad de mi mundo... Y nuestra hija Azul, llamada así por los vientos, es mi completa felicidad en la vida. Lo que estoy olvidando de todo esto, es que estaba cocinando el arroz para mi familia, estoy tan ensimismado que ahora... Nos toca comer arroz quemado.