martes, 18 de diciembre de 2012

Ella pasó por mis sueños

No obstante, el desierto me quema como si estuviera asandome a lado de una gran fogata, la sed no hacia mas que darme problemas; Mi vista se iba y regresaba, lo que parecía lejos en un momento, luego sería como cerca. Si, era la des-hidratación en pleno fuego del sol. El tambaleo de mi caminar por el esfuerzo constante del cargar peso, recurrente como mas podía ser; era habitual. El polvo que baila frente a mis ojos, se burla tontamente de mi sudor; Gotas que caen por mi quemada piel, el sol no es que haya sido muy benevolente; El vil viento incluso me atormentaba -aveces en realidad- mi pobre visión; Tanta sed que me tomo mi propio sudor. ¿Me rindo? o ¿no? No lo sé, pero lo que si quiero es una gran sombra que pueda darme mi merecido descanso. ¿Esta mi trémulo corazón arrepentido de semejante hazaña? No, no lo está... Lo ignoré por un rato y ya estoy toda colérica. Es el tercer día de caminata; no te puedo entender naturaleza... ¿Cómo es que eres tan caliente en el día y en la noche tan gélida? No te entiendo. Esas noches que pasé mirando la luna, contigo soñé. Ella pasó por mis sueños y supe de repente que no tenia nada que lamentar. Sé que me oyes mi amor, sé que me extrañas, está bien... Usa a ese tipo de reemplazo, pero necesito que sepas que no me gusta. Temo perderte y lo sabes. La nubes de la noche, con gran entusiasmo me susurran palabras que no puedo oír .. son esos momentos en los que me gustaría poder oír bien... Las nubes no se rinden y el viento empujan las hojas de los arboles...O lo que parecen arboles, pues no es mas que un gran manto de nubes bajas; la luna se muestra y me enseña mensaje a través de las estrellas en un lenguaje que solo se puede ver. La naturaleza intenta alegrarme... Gracias por no rendirte conmigo. De nuevo, ella pasó por mis sueños y no hubo mas alegría que saber que siempre estaré con ella.

Mi vida, te amo y jamás olvides mis palabras.