domingo, 29 de mayo de 2016

El cazador de pensamientos

Capitulo 1

"Nacer para morir"

Como toda historia donde el protagonista tiene la alegría de vivir una vida privilegiada, este tenía algo especial... era la única persona en el mundo, más normal que cualquiera.
 Abre los ojos muy lentamente, la luz del sol atraviesa los vidrios rotos de la ventana, la verdes pupilas de Izbran se expande y se contraen para ver el mundo por primera vez. Los pájaros cantan, las brujas se acercan a este único bebé, de cabellos negros y de padres muy normales que inesperadamente mueren al asedio de la guerra. Los tiempos que se viven ahora, son los tiempos de la guerra medieval. La casucha de piedra a punto de derrumbarse, da un último respiro. Las 2 brujas deben tomar una decisión muy rápida. Fiera, la bruja más joven, decide matar al bebé por compasión mientras decide escapar del derrumbe, pero Furia, la bruja más vieja, quiere tomar responsabilidad por él, entonces la más joven por respeto, decide huir por su cuenta sin comprender porqué, mientras furia se esconde bajo las ruinas de la casucha de piedra hasta que la guerra pase.

-¿Qué diablos tiene en mente mi maestra?¿Cómo puede pensar ahora en salvar a un pobre diablo que no va a sobrevivir en estos tiempos?¿Porqué?- Fiera estaba muy constipada por las acciones de Furia, no podía comprender sus acciones, y la ira la hizo tomar decisiones apresuradas que la llevaron a un combate en donde terminó encerrada en un anillo con todas sus posesiones y las de su maestra.

Mientras tanto:

-¿Cómo puede mi querida estudiante no confiar en mí luego de 40 años juntas? ¿Cómo puede ser posible que no haya comprendido los factores decisivos de un futuro lleno de incertidumbres, el que nos llevará al fin a un mundo de comprensión?- Furia no estaba decepcionada pero estaba muy pensativa. No comprendía porque a esas alturas, fiera le había abandonado.

En las afueras de la casucha, un grupo de soldados, llenos de ira, sedientos de sangre, comenzaron a escarbar entre las ruinas para encontrar que había un sótano vacío. La decepción hizo que estos se fueran de ahí sin haberse dado cuenta que la familia que había, una parte había muerto y la otra estaba justo al frente de sus narices, pero al poder de la bruja y sus extraños hechizos, pudieron estar invisibles e insonoros.

Ahora han pasado 6 años desde que la guerra menguó y la bruja cría a un niño de nombre extraño, con una mirada llena de inocencia. Furia se pregunta constantemente sobre su estudiante pero nunca puede encontrar nada sobre ella, pese a que su poder es grande, ella le había dado un amuleto para no ser rastreada, tendrán sus razones. Viven entre montañas, con un pequeño y amplio valle en el centro, rodeado de bosque. Su clima es frío y nublado, muy normal para esas alturas.

-¡Mami! ¿Quien podría ser la niña que siempre miras? -Izbran mirando hacia la corona de la bruja con una mirada de un verde profundo.
-No... No soy tu madre, soy solo una amiga que te quiere vivo para futuros planes... ¿Qué? ¿De qué hablas? -Furia estaba un poco extrañada al comentario de izbran sobre la "niña" quiso preguntar pero el ya había cambiado de tema para irse a jugar con las mariposas.

Mientras tanto, Izbran corre hacia un árbol con un hueco en la tierra, cerca al bosque, de alguna manera, el único árbol que resalta entre todos. La bruja puso una alerta en su atención, pero no lo suficiente como para exagerar.

-¡Ey! ¿Quien eres tú? -Izbran pregunta a lo que parece ser al aire para la Bruja- ¡Vale! Vamos a jugar, ¿Qué tienes en mente? -La bruja pensaba que eran los famosos amigos imaginarios comunes en los niños de la época, pues este no tenía con quien jugar y se las ideaba para inventar escenarios donde pasar su tiempo.

-"Te gustaría... aprender a... hacer amigos?" - Dijo el extraño ente a Izbran, su voz profunda y penetrante, hizo que los ojos del niño, se pusiera de un verde opaco.
-Si, me gustaría... hacer amigos -Su voz ya no salía natural. La bruja no lo podía notar, pensaba que seguía siendo parte de sus fechorías.

-"Voy a salir, sígueme y haz lo que te diga" - Sale un pequeño niño, vestía con pieles, orejas puntiagudas, pies muy grandes y de ojos amarillos dorados y sus parte "blanca", era negra. -"Dí conmigo: Soy un cazador muy fuerte..." -Izbran miraba muy fijamente y repetía. La bruja de repente comenzó a sentir que había una fuerza de la naturaleza que se sentía muy antinatural. Las nubes comenzaron a despejarse, el calor comenzó a hacerse notar, el cielo comenzó a deformarse con extraños colores. Furia sintió que algo estaba mal, entonces miró a su alrededor para ver si podía encontrar al niño pero no estaba en ningún lado. Pensó en Fiera, tal vez ella tenía razón, de repente justo al frente, una bola de color amarilla con luces de colores al rededor muy brillantes, explotó y la deslumbró, así que cayó desmayada.

-...Mami... -Sonidos a los lejos acercándose-... Mami...-se oye caer gotas- ...Mami... No me dejes solo.
Abre los ojos -No soy tu madre, solo soy tu amiga. -Abraza a Izbran pero ella puede ver a lo lejos, que el árbol al que el niño había ido, ya no estaba y un extraño ser de horripilante figura, desaparece entre la frondosidad del bosque. Furia mira a Izbran, pero nada había cambiado. Luego, ella se para y ve que su cuerpo está extraño. Voltea a mirar la casa... es donde está el árbol, su cuerpo está deformado y tiene una barriga en embarazo con un niño de 6 años en lo que parece su vientre. Mira de nuevo a donde está Izbran pero ya no estaba, de un susto tremendo, ella corre hacia el vientre, que está un poco transparente y ve como Izbran la mira fijamente con el ceño fruncido. La bruja cae de nuevo desmayada, la sorpresa es tremenda que no puede pensar en un hechizo para salir de esta. Abre de nuevo los ojos, ella está sobre la silla en donde siempre se hace para observar a Izbran jugando y él, solo está correteando detrás de un grupo de mariposas.

-"Furia...Furia..." -Furia reconoció la voz, era fiera.