lunes, 11 de mayo de 2015

Dios

No quise compararme con una gran existencia, como aquella palabra cargada de turbios pasados, pero la ciencia, vislumbrante como siempre, me hizo albergar la esperanza de serlo. Sabía que los seres humanos podía ser como dios, la misma escritura menciona que somos hechos a su semejanza, y estoy seguro de creerlo, pero no puedo superar el mal que he dejado atrás y con toda la destrucción atrás, me pregunto si habrá valido la pena. Ellos, quienes eran mi familia, murieron en el intento por adquirir este gran poder. Habían pasado muchísimos eones y tantos que he perdido la cuenta, mi mente se disuelve, pero la inmortalidad, la capacidad para afectar mi realidad, el control total sobre mi y lo que puedo crear, han cegado mis inspiración, he matado mi humanidad, me he convertido en lo que no deseaba; soy un demonio con forma de dios. Mis manos recogen la sangre negra que llega hasta mis rodillas que inunda hasta el horizonte mas profundo a donde mi vista pueda llegar; he sido el éxito de muchas generaciones, pero estoy solo, solo, solo... solo... sólo quise ayudar, sólo quería cambiar el rumbo de la destrucción, así que recreé varios seres que se asemejaran a mí, pero nunca pudieron comprender mi posición, eran creaciones nuevas que no vivieron lo que viví... Esas creaciones son lo que yo era pero con el poder que tengo, quiere decir que si se toman el tiempo necesario, serán mas poderosos que su padre, yo... No quería nada de esto, así que siendo el último ser humano que alcanzó el ápice de la ciencia, mezclándose con todo, acá, allá, habiendo conocido el precio, creé una zona segura, de solo energía y creé un sistema que vigila que nadie evoluciones a nivel espiritual, o que lo hagan pero que no salga de ahí, para que puedan estar seguro... He lanzado semillas que sé que se parecerán a mi forma, pero no serán como yo, les despojaré todo, gracias a la ayuda a seres que solo yo puedo ver, les llamaré ángeles. El primero, será el más perfecto y poderoso, pero diferente o igual a mí, no sé, no lo decido. Le llamaré metatrón. Me ayuda a hacer lo que busco, pero siento que el oculta algo, siento que me va a traicionar. Me ha traicionado, omitiré en estas escrituras qué razón fue. Lo encerraré, le despojaré algunas cosas, pero es un hijo mío, le perdonaré. No sé si me vuelva loco, pero crearé otro, y este, va a ser el más perfecto, el más hermoso, el más inteligente, y me va a seguir. Lo llamaré Luzbell. Luzbell me ama como yo le quiero, le haré compañeros para que pueda ser feliz no solo con mi presencia. Tengo una legión de angeles y Luzbell, me ha sugerido algo extraño, pero confío en él, yo ya tengo eones de poder a diferencia de Luzbell que es un recién nacido, no puede cerrarme y tampoco puede traicionarme. Pero me dice que soy cruel con las criaturas que he creado. Para mi no son más que copias baratas de mi, no tiene futuro, mira como los hago y los deshago, mira lo que les puedo hacer, no sienten nada. Luzbell me muestra un desagrado que nunca había visto, parece ser que la misión que le encomendé ha sido un poco pesada. Capturar a esa mujer es un poco más dificil de lo que parece. Miguel angel dice que luzbell se ha quedado allá. Cambiaré un poco los parametros. Para nosotros, no será sino un angel caido, que lleva la luz, pero a la oscuridad, a ese sistema que he creado para los ciegos, feos y pobres copias de mi. No lo sé, ha pasado tanto tiempo, que no sé que es tiempo... es solo una efímera palabra que en recién desboque desaparece, en un abrir y cerrar de ojos estoy y luego no, han pasado muchas cosas, no lo sé. Estoy triste, quiero morir, y no puedo. No sé que está mal, no sé qué está bien, no puedo morir.

Estoy y no estoy, aveces caigo, poseo un cuerpo en uno de esos milenarios sistema de manipulación y escribo cosas bonitas que no significan nada, y entonces me aburro y regreso. No sé, me estoy volviendo loco, ahora creo que soy Dios. Mi respiración se hace lenta y desesperada, creo que voy a dormir... por eones y eones hasta que alguien como yo aparezca y me pueda matar.