sábado, 25 de abril de 2015

María

Ella me sedujo con el dulce sonido de su voz; Sus pensamientos locos.
La mirada que pasaba a través de sus gafas, leía cada centímetro de mis sentimientos,
me hacía sentir único. Para mí, la única mujer que ha hecho eso.
Con sus labios carnosos, hacía una mueca que invitaba a los besos.
Cuando tenía sus labios entre los míos, su cálida presencia alborotaba mi corazón.
Olía muy bien, y su cabello largo, con tiras de cabellos castaños, brillaban en mi interior.
Describir cuanta sensación causó en mí, es intentar crear el lenguaje de nuevo y solo para ella.
El tono de su piel, me erizaba y dibujaba tontamente una ridícula sonrisa en mi cara;
Era un libro abierto para ella, pero yo, en un mundo de fantasía que me sedujo con su voz,
fui apretujado hacia la realidad.
Mi amor por ella, trascenderá las barreras mas laudables de esta timorata existencia.
Cierto, aveces tengo aciago de perder mi afecto por ella. Unas veces parece odio, otras veces,
admiración, pero lo cierto, es que no tiene definición.
María, permanece dentro de mi corazón y mi propia existencia aunque ella niegue odiarme.
No lo sé, es algo que aveces digno de fruslería, yo sé que aún propugno mi afecto hacia ella.
Para ella, yo, un galimatías.
Te amo.

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